VÍNCULOS IRROMPIBLES. JÓVENES ADOPTADOS CON GRAVES DIFICULTADES SALEN ADELANTE GRACIAS AL APOYO DE SUS FAMILIAS

GizadiBerri, juliol 2020

Javier J. Múgica Flores

Todas las personas adoptadas son víctimas de experiencias de abandono en edades muy tempranas, muchos además sufrieron en edades muy tempranas experiencias terribles de maltrato, abusos, negligencia e institucionalización. Estas experiencias traumáticas lastran gravemente el desarrollo de estos niños y niñas y sus crianzas son mucho más difíciles que las de los hijos no adoptados. La vida emocional, familiar y social para ellos y ellas es mas difícil y además de crecer, aprender y vivir como los demás tienen que superar las graves secuelas de sus experiencias traumáticas, entender y superar su abandono sin apenas información sobre ello e integrarse en un mundo que no se lo pone fácil. Tienen que hacer más tareas que los demás habiendo sido dotados de menos recursos. A muchos chicos adoptados y traumatizados y dañados por sus vivencias de abandono y maltrato les cuesta gestionar su vida, controlar sus impulsos, resolver sus conflictos y controlar sus emociones. De bebes no fueron preparados para saber manejar su rabia, su tristeza, sus miedos y de mayores tienen muchas dificultades para construirse un plan de vida.

Además en muchos casos estos chicos y chicas que son más frágiles y vulnerables que el resto no han sido bien tratados por sus iguales, han vivido demasiadas experiencias de racismo, xenofobia y discriminación. A pie de calle lo adoptivo sigue siendo visto como falso y no legítimo. Hay muchos prejuicios todavía hacia las personas adoptadas y sus familias. Cuando un chico adoptado da problemas se le mira mal a él y peor a su familia, su padre y su madre son rápidamente acusados por el entorno de ser los causantes, por no haberle educado bien, por ser muy tolerantes o muy inflexibles. Lo cual es realmente falso. Los adoptantes son mejores padres y madres que la media.

Sucede también que los profesionales de la educación y de la salud mental desconocen las necesidades de estos chicos, no han desarrollado los recursos diagnósticos, ni los tratamientos adecuados para sus dificultades y yerran escandalosamente cuando las familias adoptivas les consultan y piden ayuda. En general nuestros recursos comunitarios no saben tratar ni resolver las gravísimas dificultades de muchas personas adoptadas e incluso les aplican tratamientos perjudiciales. Socialmente no se entiende ni se acepta que los adoptados jóvenes tengan problemas y se les acusa de vagos, desagradecidos o malas personas.

Desde un programa de apoyo a las personas jóvenes adoptadas con graves problemas de integración en nuestro servicio, hemos comprobado que en situaciones muy graves, donde la convivencia se ha roto y nadie sabe ya que hacer, el vínculo que crearon las familias adoptivas con sus hijos e hijas no está del todo roto y con apoyos y ayudas de cierta complejidad técnica se les puede ayudar a volver a estados de normalidad. Con una intervención intensiva de 4 meses y combinado recursos psicoterapéuticos y socioeducativos y gracias a ese vínculo que nunca se rompió, a pesar de los graves problemas de convivencia, desde el Servicio Adoptia y su programa “Casas conectadas en red” las familias y los jóvenes están consiguiendo rescatar esas vivencias, relaciones y recursos personales y familiares que les posibilitan seguir siendo familia y garantizar una mejor integración e inserción de los jóvenes. Las familias adoptivas no la han hecho tan mal como muchos que les acusan creen, pues los vínculos que crearon con sus hijos e hijas son irrompibles.

Javier J. Múgica FLores. Psicólogo y terapeuta de familia, Servicio Arlobi-ADOPTIA de AGINTZARI S.C.I.S, Bilbao
[Publicado en Deia el 12 de octubre de 2014]

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